Empezaba febrero y con el, las ganas de trabajar en una nueva colección, teníamos algo de dinero ahorrado y muchas ganas de demostrar de lo que somos capaces. Nos dieron un plazo de producción para las sudaderas de 2 meses, si todo cuadraba tendríamos la sudaderas a mediados de Abril.Todo parecia ir bien encaminado hasta que el 14 de marzo anunciaron la huelga general de transportistas que se traduciría en una demora de casi 2 meses.
La espera llegaría a su fin el 31 de Mayo, madrugamos por si el pedido llegaba a primera hora de la mañana pero se hizo de esperar hasta la 1 del mediodia. Cuando sonó el timbre, casi nos da un infarto, meses de trabajo estaban a tan solo unos escalones de distancia. El tiempo que tardé en bajar para abrir la puerta, fue suficiente para que el repartidor empezase a descargar. Una vez abierta vimos algo que acabaría de rematarnos, el repartidor tenia un pale con 12 cajas y otras 3 más por separado,en ese momento empezarón todo tipo de dudas e incognitas.¿Comó era posible que no hubiesemos contado con esto? ¿Dondé vamos a meter todas las cajas? ¿Seremos capaces de vender casi 400 sudaderas a 33 grados y subiendo? ¿Y si no vendemos la ropa, qué vamos a hacer con ella? Las respuestas a estas preguntas las obtendríamos durante el siguiente mes
Para ponerte en situación, llevabamos 8 meses sin sacar ninguna colección, decidimos triplicar la producción con respecto al último drop y hemos facturado en 10 minutos una cantidad de dinero que no habíamos visto en nuestras vidas y que jamás creímos posible. A pesar de que las cosas estaban yendo mejor que nunca , había algo que no acababa de convencernos, que nos estaba drenando las ganas de seguir vendiendo pero no sabíamos decir el que era.
Tras haber conseguido vender casi 500 prendas durante este verano, creemos que es buen momento para detenernos a reflexionar sobre la manera en la que hemos trabajado, avanzado y en el cómo podemos mejorar.
Una vez acabada nuestra mayor tirada hasta la fecha nos hemos dado cuenta de que hemos saturado nuestro propio mercado, renunciando a nuestro valor especial como marca por el simple hecho de vender más. Por esta razón, creemos que como rectificar es de sabios, estamos a tiempo de corregir y no convertirnos en aquello que siempre hemos criticado.
Llevamos ya 4 años luchando por conseguir diferenciarnos del resto de marcas, buscando la autenticidad y la conexión con nuestros clientes, si ahora nos dedicásemos a hacer lo que hacen el resto de las marcas solo nos convertiremos en una más.
Tenemos claro que Sprynks ya no es el hobby que fue en un principio y que el dinero es vital para el funcionamiento de una empresa, pero estamos trabajando en buscar nuevas formas de trabajo que permitan mantener la marca y los propios valores de esta.
Sin embargo, hasta que no descubramos la forma de escalar el negocio de la manera más auténtica posible, no vamos a continuar.
¿Y si no lo descubrimos? Pues hasta aquí habremos llegado aunque si algo os podemos afirmar es que no hemos aceptado un no por respuesta en cuatro años y no lo vamos a hacer ahora.
De todos modos, ¿no crees que es mejor irse con la cabeza bien alta a convertirse aquello que tanto se criticaba, o lo que es lo mismo, un hipócrita?
SPRYNKS.