El poder del propósito.
Madrid to Bangkok connection.
"Llegué a Bangkok hace 3 semanas sin conocer a nadie, con muy pocos recursos (una maleta llena de ropa de Sprynks Misbehavior Club) pero con muchas ganas de ponerme a prueba.
¿Pero cómo iba a ponerme a prueba a 10.000 km de distancia de casa? Muy sencillo, siguiendo el método de LEINN, que para mí es la mejor universidad de España. Tuve la suerte de viajar a Berlín en noviembre de 2021 para trabajar con un grupo de estudiantes en una colaboración, y quedé realmente sorprendido con su método de trabajo. Por eso decidí ponerlo a prueba por mi cuenta.
Me propuse varios objetivos antes de venir a Bangkok y, a falta de cinco días, puedo decir que los he cumplido todos. Pero hubo uno que resultó ser realmente difícil y, por ende, el más especial: hacer un pop-up en Bangkok. Durante mi primera semana, visité al menos 30 tiendas multimarca, ya que aquí en Tailandia se apoya la moda independiente y la escena de la moda es simplemente envidiable. Durante mis visitas, hablé con muchos dependientes y dueños de tiendas, todos parecían encantados con mis propuestas y nadie parecía decirme que no. Eso me hizo pensar que conseguir un pop-up sería más fácil de lo que parecía...
Sin embargo, luego llegó la realidad... Escribí más de 60 mensajes directos a diferentes marcas o tiendas y apenas obtuve 5 respuestas. Estaba claro que me estaba perdiendo algo, que algo no funcionaba. El primer problema que descubrí fue la barrera del idioma. Me di cuenta de que muchas de esas personas que me decían que sí, muchas veces ni siquiera entendían lo que les estaba diciendo. Y en segundo lugar, nunca le preguntes a un tailandés por direcciones, porque te las darán mal con tal de no decir NO.
beyond grateful
Podría decir que las primeras semanas han sido una montaña rusa de emociones, desde la emoción de presenciar una escena y una cultura tan arraigada en la moda independiente, hasta el golpe de realidad del rechazo por parte de las marcas y tiendas. Fue entonces cuando, un poco desesperado, volví a contactar a Nick, uno de los primeros contactos que tuve, y le expuse el problema que estaba teniendo para conseguir hacer un pop-up y, sobre todo, la barrera del idioma.
Me pidió que le preparara una presentación con las ideas que tenía en mente y que su equipo me contestaría en menos de 48 horas. Como era de esperar, la respuesta fue negativa; ellos no iban a ser capaces de producir algo en menos de l os 20 días que me quedaban en Bangkok. (Las colaboraciones llevan tiempo; nosotros mismos tenemos 3 preparadas con las que llevamos hablando más de un año). PERO, a pesar de la respuesta negativa, me comentaron que tenían un diseñador gráfico en prácticas al que le encantaría hacer algo con nosotros, y que nos prestarían su tienda para hacer nuestro pop-up.
Can, el diseñador, luego nos presentó a Patt, dueño de Post Blue, otra marca independiente que también estaba interesada en colaborar con nosotros. Ahora venía lo más difícil: ponernos de acuerdo y producir una colección completa en 5 días. Luego recordé que estaba en Asia y que aquí las cosas se hacen bien y rápidamente.
Best clients
El último problema era quién pagaría por la ropa, ya que yo no tenía suficiente dinero para hacer esa producción y seguir viviendo aquí. Así que, según el espacio libre que tenía en la maleta, organicé una preventa de 15 camisetas a 30 euros para nuestros clientes en España. Compraron toda la tirada de esta colección. Una colección con un objetivo muy sencillo: convertirse en una realidad y que todo estuviera a tiempo. El viernes mandamos a producir 50 prendas y las recogimos horas antes de empezar el pop-up el domingo.
Y finalmente, el pop-up superó por completo mis expectativas. Se vendieron alrededor de 45 unidades de las 70 disponibles. Es cierto que a un precio más bajo de lo habitual, pero solo puedo estar agradecido a mi club de rugby, los Southerners, y a todas las personas que vinieron a apoyarnos. Es increíblemente bonito tener gente a 10.000 km de distancia dispuesta a apoyarte más de lo que te apoyan en tu propio país. Si tuviera que describir cómo me siento, solo habría dos palabras para ello: afortunado y bendecido de poder hacer lo que realmente me gusta. Si me llevo una lección de todo esto, sin ninguna duda recalcaría la importancia de saber en qué dirección caminas y hacia dónde te diriges. Si alguna vez tienes la oportunidad de comenzar desde cero en cualquier lugar, deja claro a las personas quién eres y por qué estás allí, ya que serán ellos los encargados de ayudarte y guiarte. Qué bonito y satisfactorio es vivir con un propósito."